Vigilancia e Inteligencia estratégica

Argentina: Estudiantes de la UNLaM desarrollan la impresora 3D más económica del mercado.

Imagen tomada de: http://bit.ly/1cpVh5f
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Un grupo conformado por Cristián Castro; David Suárez Cano; Adrián Parisi y Roberto Bravo, todos ellos estudiantes de la carrera Ingeniería en Informática de la Universidad Nacional de La Matanza (UNLaM), desarrolló la impresora 3D más económica del mercado. El proyecto estuvo coordinado por el docente Pablo Pomar, Silvana Ardanaz yAnalía Di Tommaso, quienes trabajaron con los jóvenes durante toda el desarrollo.

La impresión 3D está revolucionando la matriz productiva de muchos sectores públicos y privados, desde industriales y pequeñas empresas hasta laboratorios y centros de investigación. Así, gracias a ella, ya se han fabricado casas a escala, automóviles, células madre, robot automatizados, órganos y prótesis a medida, obras de arte, drogas medicinales, y la lista es tan grande como la imaginación misma.

“Al principio se nos ocurrió diseñar una impresora 3D que se utilizase para pastelería, pero después nos dimos cuenta que ninguno sabía de cocina…por ello, buscamos otras alternativas y como vimos que el plástico era más factible, por el hecho de ser más fácil de manejar y menos costoso, decidimos que sea su materia prima”, comenntó Cristián Castro, uno de los cuatro integrantes del proyecto.

Por lo general, el material de las impresoras varía según la finalidad del producto: en este caso, los ingenieros incursionaron con plástico PLA, ya que, al ser utilizados mayormente en la fabricación de botellas PET, es más flexible y menos contaminante.

“Este plástico es de tipo tanza para bordeadora, un poquito más gruesa, que se coloca dentro del extrusor para que una de las resistencias lo derrita y caiga verticalmente sobre una segunda resistencia con forma de plancha”, manifiesta David Suárez Cano, otro miembro del grupo, tras explicar que “esa resistencia está estratégicamente calibrada por medio de coordenadas para que el plástico vaya formando el objeto tridimensional diseñado previamente por un software”. 

Hoy en día, una impresora 3D convencional cuesta alrededor de 20 mil pesos argentinos, dependiendo la marca y el comercio. La impresora de los futuros ingenieros costó 4 mil pesos argentinos, entre cableado USB, resistencias, plástico, diseño de software y carcasa. “Todavía no sabemos qué vamos a hacer con ella, creemos que podemos utilizarla para realizar un servicio de impresiones tipo post venta a través de un administrador web”, asevera Castro. Y, concluye: “También pensamos en dejarla en la universidad para que sirva de repuesto ante futuras eventualidades”.

Fuente: http://bit.ly/1GEaAnD