Argentina: Investigadores de la UNS buscan aplicación de nanotecnología en fármacos

La nanotecnología comprende el estudio, diseño, creación, síntesis, manipulación y aplicación de materiales, aparatos y sistemas funcionales a través del control de la materia a nanoescala, y la explotación de fenómenos y propiedades de la materia a nanoescala. Cuando se manipula la materia a escala tan minúscula, presenta fenómenos y propiedades totalmente nuevas. Por lo tanto, los científicos utilizan la nanotecnología para crear materiales, aparatos y sistemas novedosos y poco costosos con propiedades únicas. La nanotecnología trabaja con materiales y estructuras cuyas magnitudes se miden en nanómetros, lo cual equivale a la milmillonésima parte de un metro.
La nanotecnología es tan importante porque podría tener el potencial para resolver muchos de los problemas de la humanidad. Si se desarrolla de forma responsable, la nanotecnología podría resolver problemas en los países más pobres del mundo tan importantes como enfermedades, hambre, falta de agua potable y falta de casas. Algunos expertos creen que su impacto sobre nuestra vida será tan importante como en su día fue el impacto de la medicina o el impacto de los ordenadores.
Una de las aplicaciones señaladas anteriormente, la medicina, es la que se está investigando por un grupo de científicos la Universidad Nacional del Sur (UNS) de Bahía Blanca, en colaboración con científicos de Mar del Plata y Bariloche, quienes fabrican sistemas de partículas magnéticas diminutas que pueden minimizar los efectos secundarios de los fármacos en el tratamiento de dolencias crónicas.
Se trata de un trabajo multidisciplinario de laboratorio, que incluye pruebas en ratones, y del que toman parte al menos cinco grupos de investigación de diferentes institutos dependientes del Conicet y de la Universidad Nacional del Sur.
La investigación da cuenta de que, cuando se logra dirigir las nanopartículas magnéticas hacia el órgano afectado, se reducen las consecuencias que el tratamiento farmacológico produce en el resto del cuerpo sano. Por lo tanto, sería de vital importancia en el caso de afecciones crónicas, como artritis o cáncer.
Según explica la doctora Verónica Lassalle, del Instituto de Química del Sur (UNS-Conicet), las nanopartículas (compuestos de tamaños del orden de una millonésima parte de milímetro) tienen diversas aplicaciones, pero se destaca su uso en medicina y en el barrido de contaminantes. En el caso de las nanopartículas magnéticas, la ventaja adicional es que pueden dirigirse mediante la aplicación de un campo magnético externo.
“La mayor desventaja de los tratamientos que implican transporte de medicamentos es su inadecuada distribución en el cuerpo. Las drogas terapéuticas se administran generalmente en forma intravenosa y, por lo tanto, se dispersan en el torrente sanguíneo, con el consecuente efecto no deseado de que actúan sobre todo tipo de células, incluidas las sanas. Por ejemplo, los efectos secundarios de la administración de antiinflamatorios en pacientes con artritis crónica conllevan a la suspensión de su uso. Si su aplicación pudiera localizarse sólo en la parte afectada, podría aplicarse una droga potente y efectiva de forma continua”, destacó.
El grupo está integrado por las investigadoras Mariela Agotegaray y Fernanda Horst y la becaria Pamela Azcona, del Instituto de Química del Sur, y trabajan en colaboración directa con grupos de investigación de la Planta Piloto de Ingeniería Química, otro instituto que depende del Conicet y la UNS, y del Departamento de Biología, Bioquímica y Farmacia, de esa Casa de Estudios, como también del Instituto de Tecnología de los Materiales (Conicet Mar del Plata), y del Instituto Balseiro (Centro Atómico Bariloche).
Fuente: http://bit.ly/1LwF9Is