Brasil: Investigadores de la UNICAMP desarrollan nuevo método para producción de plástico

Imagen tomada de: http://bit.ly/1Jzlkze
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Desde que se inventaron, hace algo más de un siglo, los plásticos han revolucionado nuestro modo de vida. No importa si nos estamos comunicando, de viaje, jugando, cuidando de nuestra salud o protegiendo el medioambiente; no hay esfera de la actividad humana que no se haya visto sustancialmente mejorada gracias a la utilización de estos notables materiales. Hoy día, los científicos y tecnólogos trabajan en la vanguardia del conocimiento, en aspectos como la exploración del espacio, la nanotecnología y la medicina, intentando encontrar nuevas posibilidades para que los plásticos sigan mejorando la vida de las personas.

En el entorno sanitario son el material ideal, ya que son seguros, higiénicos y biocompatibles. Precisamente esta cualidad es la que recomienda su uso en la reconstrucción de tendones. Los plásticos son un componente imprescindible en los equipamientos tecnológicos que se utilizan en los hospitales, investigaciones médicas y veterinarias.

Buscando nuevas formas de obtener los plásticos biocompatibles, investigadores de la Universidad Estatal de Campinas (UNICAMP) desarrollaron un método para la producción de plásticos biocompatibles, que potencialmente pueden ser utilizados en prótesis y otras aplicaciones médicas, a partir de materias primas naturales tales como aceite de ricino y ácido cítrico, el mismo se encuentra en naranja y limón.

Este uso del ácido cítrico ha generado una patente a la Universidad, y se presenta en la tesis doctoral “La síntesis de biopolímeros a partir de aceite de ricino para aplicaciones médicas” defendida por la investigadora colombiana Natalia Lorena Parada Hernández, de la Escuela de Ingeniería Química (FEQ) de la Unicamp y supervisado por la profesora Maria Regina Lobo Maciel, Departamento de Procesos Químicos de la FEQ.

Los investigadores explican que la producción de polímeros tales como poliésteres a partir de aceite de ricino implica un proceso llamado de epoxidación, en donde el aceite se convierte en químicamente reactivo, y en “cura”, cuando las cadenas reactivas de moléculas se unen para formar una red tridimensional, produciendo el polímero. El proceso de epoxidación contó con la colaboración del doctor Anderson Jesús Bonon generando también una patente para la Unicamp.

Además de que, en principio, no presentan toxicidad, el polímero creado en la FEQ tiene otras características atractivas: “Tiene buena resistencia química, resistencia mecánica que es buena para aplicaciones que no requieren mucha rigidez y alta absorción de impactos, lo que significa que tiene muy potencial para ser usado inicialmente en la construcción de matrices para el crecimiento celular [andamios], “explica el profesor Rubens Maciel Filho, del Departamento de Procesos y Desarrollo de Productos (DPLDs) de FEQ. Además, puede ser utilizado en la producción de películas para la protección de heridas o la curación de la ayuda.

Fuente: http://bit.ly/1iG3DZd

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