Costa Rica: UNA ayuda a miles de personas a través de proyecto de vinculación

Es importante resaltar que las instituciones de educación superior y las comunidades, dya que aprenden unas de las otras en un proceso de colaboración, impulsando nuevas maneras de trabajar juntas, de crear conocimientos nuevos y de afrontar problemáticas sociales complejas, como la pobreza, la educación, la salud, el bienestar, la seguridad, la violencia, la sostenibilidad medioambiental y la disponibilidad de agua y alimentos. Problemas que afectan tanto a las poblaciones desposeídas, como al grueso de la sociedad.
Un aspecto fundamental de esta colaboración se relaciona con las estructuras actuales entre la comunidad y la universidad, a fin de incentivar, dinamizar e impulsar la acción investigadora con compromiso comunitario entre académicos y expertos de las comunidades. Los investigadores universitarios impulsan el trabajo con grupos y organizaciones comunitarias para fomentar el cambio de mentalidad colectivo que abandone la transferencia de ideas a favor del intercambio de conocimientos.
Un ejemplo de lo anterior es el proyecto desarrollado por la Universidad Nacional de Costa Rica (UNA), el cual tiene como objetivo brindar un servicio profesional interdisciplinario a los pacientes que han sufrido algún evento cardiovascular: infarto agudo del miocardio, cirugía puenteaorto coronario, reemplazo valvular, insuficiencia cardiaca, implante de marcapasos o desfibriladores, entre otros padecimientos.
Si sufrió un infarto agudo al miocardio (IAM) o presenta alguna otra patología cardiovascular y su cardiólogo le recomendó someterse a un programa de rehabilitación cardiaca, la Escuela de Ciencias del Movimiento Humano y Calidad de Vida de la Universidad Nacional (Ciemhcavi-UNA) pone a su disposición el Centro de Rehabilitación Cardiovascular, el cual por medio de ejercicio progresivo y monitoreado puede rehabilitar su corazón y contribuir a mejorar la calidad de vida del paciente.
Felipe Araya, catedrático de Ciemhcavi y coordinador del Centro, explicó que la rehabilitación cardiaca consta de tres fases: la fase I que es hospitalaria y tiene una duración de 3 a 4 días; la fase II o ambulatoria, la cual comienza de una a dos semanas después de haber sufrido el evento cardiaco. En esta fase se realizan 36 sesiones de ejercicio físico individualizado y controlados por medio de una telemetría, así como supervisión médica, educación al paciente y la familia, en cuanto a la enfermedad y el cambio en sus hábitos alimentarios y en sus estilos de vida.
Araya agregó que una vez completada la fase II, el paciente deberá hacer una prueba de esfuerzo y si esta es negativa se le puede dar de alta y comenzar la fase III, que es una etapa de mantenimiento y seguimiento de los resultados alcanzados. A la fecha, el centro ha atendido alrededor de 350 personas, de las cuales 260 concluyeron la fase II.
Dentro de poco, se publicará un artículo científico en la Revista Costarricense de Cardiología con los resultados obtenidos de 226 pacientes que completaron el programa fase II y los beneficios del entrenamiento por medio del ejercicio en rehabilitación cardiaca.
Fuente: http://bit.ly/1K58dc8