México: Investigadores del IPN crean primer procesador de cómputo mexicano

El procesador es básicamente, es el “cerebro” de la computadora, encargado de procesar toda la información. Prácticamente, todo pasa por él, ya que es el responsable de ejecutar todas las instrucciones existentes, mientras más rápido vaya el procesador, más rápido serán ejecutadas las instrucciones. Es el componente donde es usada la tecnología más reciente.
Los procesadores son de gran importancia ya que, mientras mejor sea el procesador, puede mejorar el desempeño de una computadora, agilizando la ejecución del software; eficientizando el uso de energía y permitiendo al usuario realizar sus actividades diarias de manera fluida y eficiente. Por todo lo anterior es fundamental que las universidades realicen actividades que conlleven a la mejora de este tipo de componentes y logren desarrollar nuevas alternativas para los usuarios.
En México no se diseñan computadoras o sus componentes, todos son importados, sin embargo ingenieros del Instituto Politécnico Nacional (IPN) desarrollaron el “Lagarto I”, el primer procesador de computadora mexicano que podría abrir camino hacia la generación de ordenadores mexicanos. Que tiene como principal cualidad la seguridad.
Uno de los problemas del hardware y software de los equipos de cómputo es que nadie asegura que no contengan “puertas traseras” que permitan el acceso a datos personales o empresariales; por ello, la principal cualidad del procesador Lagarto I diseñado en el Centro de Investigación en Computación (CIC) del IPN es ser totalmente seguro y evitar la filtración de información.
Lagarto I cuenta con una arquitectura tipo RISC (Computador con Conjunto de Instrucciones Reducidas) basada en el procesador MIPS, con algunas modificaciones; y ejecuta un conjunto de instrucciones de 32 bits que operan sobre datos de 32 bits. Ha sido modelado en RTL (Register Tranfer Level) mediante un lenguaje de descripción de hardware llamado Verilog, el cual se utiliza para describir sistemas digitales complejos a alto nivel de abstracción, tales como ALUs (Unidad Aritmética Lógica) registros y memorias.
Marco Ramírez, líder del proyecto y profesor del CIC, explicó que Lagarto I es el primero de dos procesadores embebidos, proyectados para 2015 y 2016, que por ahora se utilizan para la investigación y docencia en la maestría en Ciencias de la Ingeniería de Cómputo, con el propósito de generar recursos humanos de alta especialidad y que, a largo plazo, puedan ser producidos.
“Asimismo, es una arquitectura segmentada en siete etapas: búsqueda y extracción de instrucciones, decodificación, lectura de registros, ejecución, adelantado de valores, escritura de resultados y acceso a memoria de datos”, detalló el doctor en Arquitectura y Tecnología de Computadoras.
La evolución de la primera arquitectura es Lagarto II, el cual es un procesador superescalar segmentado, con planificación dinámica que extrae, decodifica y ejecuta dos instrucciones por ciclo de reloj. Esta última es una arquitectura desarrollada al cien por ciento por el MICROSE.
Por otra parte, la razón que motivó al grupo a diseñar procesadores fue lograr la emancipación y dejar de depender de empresas extranjeras que ofrecen servicios a México en áreas consideradas de seguridad nacional y, de este modo, contar con una alternativa propia en el corto y mediano plazo para evitar depositar en aquellas el resguardo de información sensible, remarcó el investigador del IPN.
Fuente: http://bit.ly/1P1Y305